Tengo que reconocer que en las últimas votaciones no pude participar. No tenía con quién dejar a mis pequeños hijos, debido a que mi marido se encontraba fuera de la ciudad por trabajo y era un riesgo -dada esta pandemia- dejarlos en otro lugar mientras participaba en este acto cívico.
Considero que esto no me invalida como ciudadana para tener una visión respecto de la asamblea constitucional. Es un gran paso hacia la equidad de género y representación de minorías que muchas veces no se han sentido escuchadas.
Pero lamentablemente será imposible que las mujeres logremos avanzar hacia la equidad a pesar de que el formato de crear una nueva constitución establezca la participación de un 50% de mujeres- si no existe un cambio interno en nosotras mismas.
Los fundamentos de tal reflexión, que puede leerse un poco pesimista, son que para avanzar se requiere un apoyo real entre nosotras. Y no me refiero a conceptos como “sororidad”, que a mí parecer son solamente “trending topic”. Para que exista un apoyo real entre las mujeres, debe existir respeto entre nosotras mismas.
Síndrome de la Reina Abeja
El síndrome de la reina abeja es un término acuñado por psicólogos de la Universidad de Michigan en 1973. Este síndrome describe a una mujer en una posición de autoridad, en un entorno dominado por hombres. Y esta “abeja reina” trata a los subordinados de manera más crítica si son mujeres.
El profesor Benenson lo atribuye a la evolución, diciendo que las mujeres no están acostumbradas a formar grupos estrechos del mismo sexo como lo hacen los hombres. Así, cuando un hombre llega a un cargo de alta posición suma personas de confianza a sus equipos directos, los cuales son mayoritariamente hombres. Esto puede entenderse como algo lógico, considerando que su grupo más cercano desde la niñez fueron sus congéneres. Pero, cuando una mujer alcanza un cargo directivo o gerencial dentro de una empresa, ¿tiene en su equipo directo al menos un 60% de mujeres?
Según datos estadísticos proporcionados por el Poder Judicial y el Servicio de Registro Civil, el 74% de las separaciones se originaron por engaños extra maritales de la pareja. ¿Cuántos matrimonios o parejas han sufrido quiebres por la aparición de una tercera persona, que un porcentaje alto terminan siendo mujeres?
Apoyo Mutuo
El respeto entre nosotras surge desde algo tan básico, como cuidarnos y respetarnos sin la intención de hacernos daño. Hay veces en que los quiebres de parejas pueden ser algo inevitable en una relación. Pero, no por el hecho de que una mujer sea la tercera en el triángulo, sino por el desgaste natural o la decisión mutua de que algo ya tenía que llegar a su fin.
El año 2018, de acuerdo con datos de la Superintendencia de Seguridad Social y la Subsecretaría de Previsión Social, solo 2 de cada 10 padres trabajadores en nuestro país utilizó el permiso laboral de 5 días por nacimiento y apenas un 0,2% de los papás solicitó el permiso de Postnatal Parental. Las mujeres tendemos a sentirnos culpables y muchas veces somos fuente de críticas de otras mujeres por trabajar y educar a los niños. La crianza es una tarea de ambos padres, y el rol de madre y padre son necesarios para poder criar niños. Ellos, desde temprana edad, tienen que entender que dentro de una pareja las tareas son compartidas, que existe equidad en los roles internos dentro del hogar y que ambos padres entregan apoyo emocional a sus hijos.
Tengo claro que hay otros factores que también inciden en la baja representatividad de las mujeres en distintos ámbitos, y me ha tocado vivir algunas de estas situaciones. Pero soy una convencida de que para que exista un cambio real en la sociedad debemos partir apoyándonos, ayudándonos y respetándonos entre nosotras mismas.
Carolina Alarcón Moreno
Fundadora y Directora Ejecutiva Posicionamiento Digital
“Manifiesto de Mujer”